Cirsa apunta de nuevo a una salida a Bolsa

A nadie puede sonarle ya a novedad que Cirsa, uno de los grupos de juego más importantes de España, esté próximo a poder salir a Bolsa. Es algo que se lleva especulando mucho en los últimos años y que parece solo una cuestión de tiempo. La actual situación del sector, debido a las restricciones que todavía provoca la pandemia del covid-19, es lo único que está paralizando la acción.

Cirsa necesita dar ese paso tres años después de que el empresario Manuel Lao se viera obligado a vender la compañía a Blackstone, un fondo de capital estadounidense que opera sobre todo en el continente americano y también en el europeo a través de inversiones en el sector inmobiliario. En aquel entonces la operación se cerró en 2.200 millones. Si la salida a Bolsa se produce la valoración del grupo quedaría en unos 3.000 millones.

Y eso que la empresa española no ha tenido una etapa nada sencilla en el último año y medio. En 2019 sus beneficios alcanzaban los 1.600 millones de euros y la subida era de un 10% con respecto al año anterior. A pesar de acumular deuda, la factoría catalana se mantenía como uno de los referentes en casinos físicos y también en casinos online, sobre todo tras la compra del 50% de Sportium.

Hay que recordar que Cirsa cuenta con más de 166 casinos repartidos por todo el mundo. En España son dos los referentes. Por un lado está el Casino Valencia, uno de los últimos en aparecer en la Comunidad Valenciana y que está teniendo un gran funcionamiento. Y por otro, todo un referente de la Costa del Sol como el Casino Marbella, con una historia que se remonta a los años 70 y 80.

Sin embargo, ambas edificaciones que tan buena reputación se han ganado han tenido que permanecer cerradas durante los meses más duros de pandemia. Y cuando han conseguido reabrir lo han hecho con restricciones y bajo la exigencia de la adaptación a todas las medidas de seguridad necesarias que se han ido aplicando en la industria del juego.

Todo ello generó que la caída de los beneficios alcanzara casi el 50%. Las ventas bajaron en todo: en tragamonedas un 60%, en casinos un 67% y en bingos un 63%. Tan solo las apuestas deportivas en el negocio online pudieron compensar un poco la situación, con una facturación de cuatro veces más que el ejercicio anterior.

Las pérdidas superaron los 250 millones de euros, contando también incluso con sus negocios latinoamericanos en países como Perú o México. En este último llegó a adquirir algunas propiedades que le habían dado muy buen rendimiento, pero que igualmente tuvieron problemas llegado el año 2020 y con él la crisis sanitaria.

Y aunque Blackstone tomó la decisión de inyectar unos 120 millones de euros para tratar de paliar la situación, sigue siendo necesario llevar a cabo movimientos que cambien definitivamente la tendencia y que ofrezcan algún signo de recuperación. Es cierto que en 2021 ya ha habido una mejora sustancial, e incluso los dueños de Cirsa esperan que a corto plazo pueda recuperarse el volumen de negocio total.

Pero todavía es algo que no se puede asegurar al 100%, pues depende de que la economía experimente un periodo de recuperación en todos los sectores; que también la industria del juego físico se recupere y pueda volver a una normalidad pre-pandemia; y que tras los cambios en la legislación española por parte del Ministerio de Consumo, las salas de juego puedan mantener y aumentar su clientela. Esto último siendo una tarea algo más complicada.

Su posible salida a Bolsa es algo que se viene especulando largo y tendido en el tiempo, si bien todo se ha acabado retrasando. Ahora es Barclays, compañía de servicios financieros, una de las grandes responsables de liderar este movimiento. Un movimiento que arrancaría en testear cuánto estarían dispuestos a pagar los inversores de Bolsa y cuánto capital podrían invertir otros fondos de riesgo.

Con la situación actual se podría pensar que va a ser un proceso complicado, pero hay que tener en cuenta que en el último trimestre Cirsa ha recuperado ya más del 60% de nivel de facturación que había perdido en 2020. De hecho, otras empresas como Codere que también compiten en las mismas áreas de actuación no van a poder sobreponerse de manera tan rápida al golpe que el covid les ha asestado.

Blackstone no es un actor que ansíe mantener en propiedad esta clase de empresas durante mucho tiempo, por eso es que está buscando una salida que apunta a la Bolsa. Los primeros pasos los ha dado con la emisión de bonos, lo que le ha permitido funcionar de manera real como una empresa cotizada. En septiembre llevó a cabo una nueva emisión por 600 millones, con bonos que caducarían en seis años.

Para 2022 se prepararía la operación de manera definitiva y eso haría dar a Cirsa un cambio muy importante. Lo que no va a cambiar es que vaya a seguir siendo una empresa líder en España, donde posee algunos de los mejores casinos presenciales. Mientras tanto, sigue aumentando la inversión en países de Latinoamérica.

Sin ir más lejos el Casino Puerto Madero también está entre sus propiedades, un casino flotante que es uno de los más destacados que hay en Argentina. Por otro lado, en el negocio online, la situación es muy buena y va en constante crecimiento.