Ganador inesperado en el Enjoy Santiago de Rinconada

Pongámonos en situación. Un sábado cualquiera de descanso decidimos ocupar nuestro tiempo con una oferta de ocio algo diferente. Queremos sentir un poco de emoción y adrenalina y quizá realizar alguna apuesta. Declinamos la opción de apostar en un casino online y tomamos la iniciativa de acudir a un casino físico de confianza de la zona.

De entre todas las opciones que nos puede proporcionar un establecimiento de este tipo, optamos por una máquina tragamonedas. Pero no una cualquiera, sino que nos adentramos en un módulo en el que el premio especial del casino es un coche nuevo de kilómetro cero. Y comenzamos a gastar las primeras monedas.

Al cabo de un rato jugando y sin haber obtenido ni si quiera un premio menor, la máquina se atasca y a priori deja de funcionar. Presionas repetidamente las teclas pero esta no responde como si se hubiera congelado. Entonces optas por levantarte y marcharte convencido de que el artilugio se ha averiado.

Al cabo de casi una semana recibes una llamada del casino. Como cliente habitual que eres del salón, el director decide ofrecerte una comida de buffet para ti y un acompañante. Como obsequio por la fidelidad que muestras a la sala recibes este premio y te requieren que acudas en persona a retirar la invitación.

¿Sencillo y gratis? Imposible rechazarlo. Pero cuando llegas al casino y vas a pedir la cortesía a la recepción, el empleado te lleva hacia la zona de máquinas y se posa delante de la tragaperras que manipulaste hace unos días. Te preguntan si recuerdas haber jugado en ella la semana pasada y respondes afirmativamente. Y entonces llega la sorpresa.

El o la recepcionista te explican que la máquina en efecto se bloqueó cuando tu jugabas, pero no porque se hubiera estropeado, sino porque habías ganado el premio especial del módulo. Nada más y nada menos que un coche idéntico a una réplica colocada convenientemente encima de la slot.

Como ya podemos imaginar, esta historia es real y ocurrió en un casino de Chile. El Casino Enjoy Santiago de Rinconada de Los Andes le dio una de las alegrías de su vida al cliente Marcelo Cortés en el pasado mes de octubre. Pues le entregó las llaves de un Audi Sedán A3 2022 completamente nuevo y tasado en 30 millones de pesos. Una tarea que no fue fácil.

La honradez del casino

Hay usuarios que están acostumbrados a ver bugs en las máquinas de los juegos de casino. La ruleta hay ocasiones en las que puede desarrollar fallos; los pequeños errores en crupieres dedicados a disciplinas como blackjack o variantes de poker van dentro de la condición humana; incluso las máquinas de carrete pueden sufrir atascos en sus funciones habituales.

Pero lo recomendable en esos casos es siempre avisar a alguien de la sala, pues puede que tras un fallo haya un premio que puedes estar perdiendo. Y ese fue el caso de Marcelo, que había llegado esa tarde de sábado desde San Esteban hasta Rinconada para jugar. Puesto que ambas poblaciones se encuentran dentro del contexto de la provincia de Los Andes y la región de Valparaíso, parece lógico su viaje.

Los responsables del Enjoy Santiago se dieron cuenta de lo que había ocurrido cuando fueron a revisar la máquina, y lejos de aprovechar para pasar por alto el hecho, se pusieron inmediatamente a buscar al ganador a través de las cámaras de seguridad. Pudieron tomar una imagen nítida de su rostro y compararlo con las fotos de los documentos de identificación que hay que entregar antes de acceder a un casino chileno.

Entonces tomaron su teléfono y le dieron una auténtica sorpresa: “Exploté en emoción, estaba inmensamente feliz”, afirmó el ganador. El casino informó a Cortés que en un plazo de dos semanas recibiría su nuevo Audi cuando el concesionario de el visto bueno y todos los trámites se hayan completado con éxito.

Para el andino es un soplo de aire fresco, pues reconoció a los medios que no estaba pasando por una buena etapa. En la foto que se tomaron con él los dueños de la sala se le puede ver con una bota ortopédica en su pie. Hacia dos meses le habían extraído un tumor del pie y todavía estaba en tratamiento de recuperación.

Tras unas semanas de rehabilitación complicadas y sin poder apoyar mucho el pie, su mejora le hizo animarse y volver a jugar como solía hacer normalmente. El Enjoy Santiago es uno de sus sitios preferidos y habituales para hacerlo en una zona intermedia del país y donde estas salas cumplen una gran labor social. Un chute de energía para continuar con su vida.

Hay que recordar que este casino forma parte del Hotel de Valle con el que comparte ubicación y que cuenta con un total de 55 mesas de juego, 100 puestos de bingo electrónico y casi 1.400 máquinas de azar. Su aforo total roza las 2.000 personas.