Casinos en Cali vuelven a abrir sus puertas

Desde hace poco más de dos meses, Colombia comenzó con un plan de reactivación económica que incluía a diversos negocios en el país, pero acomodándose de acuerdo con el tipo al que pertenecen, considerándose que los casinos y salas de juegos pertenecen a un sector de actividades no esenciales y, por lo tanto, de los últimos en volver.

El tiempo ha pasado y las actividades han comenzado a volver, siendo la industria de los juegos de suerte y azar unas de las que ya están viendo estos beneficios, tomando en cuenta de que son importantes centros productivos para Colombia y diversas ciudades.

Al igual que ha pasado con Cartago, en Bogotá y en Barranquilla, que comenzaron con los planes piloto de reapertura, se les ha sumado la ciudad de Cali, luego de que el pasado viernes 4 de septiembre se firmó el Pacto por una Cali con Juegos Legales y Unida por la Vida, lo que ha permitido la reapertura desde el pasado 5 de septiembre.

“Tenemos que reactivar nuestra economía, resistir esta pandemia y salvar muchas de nuestras actividades de comercio, servicio e industria. Por eso firmamos un pacto con los casinos, salas de juego y bingos, para que se abran de forma biosegura como espacios donde se protege la vida”, dijo Jorge Iván Ospina, alcalde de Santiago de Cali, a los medios de comunicación.

Este pacto fue firmado en el Casino Aladdin, un complejo de juegos de azar que se encuentra en el interior del centro comercial Cosmocentro, con la presencia de Ospina, Argemiro Cortés (secretario de Desarrollo Económico), Jimmy Dranguet (subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control), Octavio Quintero (presidente de Fenalco Regional Valle del Cauca) y representantes del sector del juego.

La alcaldía le ha dado el visto bueno a esta reactivación, con lo que 88 casinos y salas de juego, como el Hollywood Cali volverán a abrir sus puertas para recibir a los jugadores de la ciudad, además de que es posible que se recuperen 2 mil empleos que fueron afectador por el aislamiento preventivo obligatorio que comenzó en marzo.

“No les quepa duda de que vamos a tener transformaciones económicas reales y ciertas. Lo que más me angustia es lo que provoca el desempleo en el seno de una familia. Es desde allí donde entendemos la importancia de estas reaperturas”, apuntó el político.

Ospina señaló que esta industria es una de las más importantes para la región, al generar empleos y que parte de sus ingresos es utilizado a manera de impuestos para ayudar al sistema de salud colombiano con recursos.

En 2019, el Consejo Nacional de Juegos de Suerte y Azar (Coljuegos) reportó que la industria de juegos de azar brindó un estimado de 9 mil millones de pesos colombianos a la salud pública del Valle del Cauca, tratándose de una cifra más que considerable.

“Todos los sectores promedian economía y generan empleo; si todos abrimos, va a llegar un momento en que recuperamos los empleos perdidos y la economía”, aseguró Argemiro Cortés, el hombre al frente del desarrollo económico en el municipio.

De acuerdo con Octavio de Jesús Quintero, presidente de Fenalco Valle del Cauca, el sector de los casinos genera un estimado de entre 7 mil y 7 mil 500 empleos de forma directa. “Este tipo de reaperturas ayuda a generar empleo y reactiva comercio, industria y servicio”, aseguró el dirigente.

Alejandro Arango, un frecuente visitante de casinos y salas de juegos, aseveró que estos son espacios que son fundamentales para la recreación y la distracción de los ciudadanos, incluso que “es muy importante” para la salud mental de la localidad el contar con este esparcimiento sano.

De acuerdo con el Código Nacional de Policía y Convivencia Ciudadana, los municipios que deseen cumplir con los planes piloto para la reactivación de casinos deberán cumplir con los siguientes puntos:

Tendrán que contar con el protocolo de bioseguridad documentado, implementado, radicado y validado en forma y orden.

Para su radicación y validación, el protocolo sanitario tendrá que ser presentado ante la Secretaría de Salud de su respectivo municipio.

Hay posibilidad de que existan cambios en los horarios establecidos para el funcionamiento de los casinos y bingos, los cuales se ajustarán de acuerdo con las medidas que ordene el gobierno a nivel nacional y departamental, ajustándose a las necesidades a nivel municipal.

Cualquier inmueble que no cumpla con los protocolos podría ser acreedor a multas sucesivas por hasta 10 mil salarios diarios mínimos legales vigentes, una suspensión temporal y hasta definitiva de la actividad de los casos y, en el peor de los casos, una pena de cuatro a ocho años de prisión.