El juego y los nativos americanos: El casino Foxwoods

interior foxwoods casino

Os queremos hablar hoy de un casino muy especial situado en Connecticut. Se trata del Casino Foxwoods, uno de los resorts de hotel, casino y oferta de ocio más grandes y espectaculares de Estados Unidos, que curiosamente no está situado ni en Las Vegas en Nevada ni en Atlantic City (Nueva Jersey).

La particularidad de este casino viene dada por el hecho de que pertenece y es explotado por una reserva tribal nativa americana, los Mashantucket Pequot. Antes de continuar, queremos hacer un inciso para explicar cuál es la relación entre estas reservas de tribus nativo americanas y los casinos, puesto que no estamos ante un caso aislado.

Las comunidades nativas americanas tienen en ciertos estados USA un cierto nivel de independencia administrativa, que puede llegar a situarles en la misma categoría que los estados miembros, siendo solo posible legislar por encima de su voluntad por parte del gobierno de la nación. En ese contexto, y para facilitar la prosperidad de las reservas de pueblos nativos americanos, se les permite legislar con cierta libertad, de ese modo han aprovechado la posibilidad de crear sus propias ciudades del juego en territorios donde no se permiten y además con un régimen fiscal muy atractivo para ellos, ya que no pagan impuestos (o no tantos) por los ingresos obtenidos con los juegos de azar.

El caso de los pequot de Mashantucket no es un caso aislado, pues, sino que desde 1988 y en virtud de una ley estadounidense las tribus pueden abrir establecimientos de juego en sus tierras.

Con este punto de partida, no es de extrañar que optaran por la construcción de grandes casinos en sus tierras como modo de financiación, y es por ello que a día de hoy los casinos de las tribus nativas americanas sean un negocio próspero.

En este contexto, el casino Foxwoods es un gran ejemplo de la grandiosidad que han llegado a alcanzar estos casinos, ya que hablamos de un complejo que ocupa más de 800.000 metros cuadrados.

resort foxwoods casino

Fuente: tripadvisor.es

Este resort-casino alberga nada menos que 2.266 habitaciones de hotel, un centro comercial dedicado a los objetos de lujo y multitud de divertimentos para todas las edades. La historia de este casino comienza con la de un bingo (como ya ocurrió con el casino de Viejas, del que ya os contamos una historia de récord) que poco a poco fue creciendo hasta convertirse en el gran complejo de ocio que es hoy en parte gracias al apoyo inicial y financiación recibidos de Lim Goh Tong, un empresario chino-malayo especializado en casinos.

Al bingo inicial se fueron animando y le sumaron múltiples mesas de juego y lo siguiente fueron las máquinas tragaperras o slots. El éxito de las slots fue tal, que decidieron, para tener de más de cara al gobierno del estado en que se ubica su reserva (Connecticut) decidieron ofrecerles como pago impositivo la cuarta parte de lo que recaudaran con ellas. El hecho es que las cifras hablan por sí solas y las tragaperras proporcionan interesantes beneficios tanto al casino como al estado de Connecticut.

La oferta de este casino es bastante interesante ya que la lista de juegos disponibles es amplia y variada. En sus salas se puede jugar a Punto y Banca y otras variedades del Baccarat, al bingo, al Blackjack y a su variedad llamada allí «Spanish 21», a los dados (o craps), al keno, a la ruleta del dinero o «Money Wheel», al Pai Gow, al Sic Bo, la ruleta y por supuesto, al poker.

Como cualquiera de los demás grandes casinos estadounidenses, El resort Casino Foxwoods cuenta además con un cartel de actuaciones bastante completo y con artistas de renombre, lo que sin duda contribuye a aumentar el atractivo de un resort al que la crisis financiera sorprendió en plena expansión, lo que les ocasionó algún quebradero de cabeza.

Pese a los baches económicos, lo cierto es que el Foxwoods se ha esforzado en conseguir su consideración de un complejo de ocio de cinco estrellas y una alternativa real a Las Vegas o Atlantic City, las ciudades que tradicionalmente han dominado el mercado del juego (como consecuencia de una legislación restrictiva), pero que a día de hoy afrontan la competencia de multitud de pequeños grandes casinos diseminados por los territorios de las distintas tribus que han querido emprender este camino para lograr una buena financiación.

Pero otro de los atractivos del casino, de las características que lo convierten en algo único, es precisamente el entorno en que se ubica: el bosque que rodea al complejo le convierte en una singularidad aún más acusada más allá de su propio régimen legal y su sistema impositivo.

Las conclusiones a las que llegar tras el éxito de casinos como éste y tantos otros operados por comunidades similares en Estados Unidos son sencillas: el juego sigue siendo un buen negocio y los aficionados demandan grandes complejos cómo éste que aúnan conforto, diversión, juego y espectáculos en directo.