Madrid sondea autorizar un nuevo intento de macrocomplejo de casinos

La ciudad de Madrid, capital de la península española, siempre ha contado con una gran relación con el mundo de los casinos. Quizá porque en una metrópoli tan grande es necesario que haya opciones de entretenimiento de toda clase. De hecho, algunos de los mejores casinos de España se encuentran en su territorio, como es el caso del Casino Aranjuez, el Casino Gran Madrid de Torrelodones o el Casino Gran Vía.

Sin embargo, hay algo que no está presente entre los madrileños y que representa una de las grandes fórmulas de edificación de casinos y centros de ocio en los últimos años: los macrocomplejos al estilo resort. No será porque no ha habido intentos de instalarse, pero las propuestas no han terminado de convencer a las administraciones locales y regionales.

Algo podría haber cambiado ahora que la empresa Cordish, experta en el sector inmobiliario y especializada en casinos, quiere volver a reactivar un plan con el que mejorar la oferta de entretenimiento en la capital. La idea es crear un centro de reuniones y convenciones basado en el concepto business, pero que también incluya ocio, hoteles, restaurantes y casinos.

En concreto ocuparía unas 120 hectáreas de terreno y también tendrían cabida en él los espacios naturales. Un lago y amplios jardines rodearían un resort que contempla contar con una sala de teatro para poder acoger todo tipo de eventos, algo que ya quieren lograr también el resto de edificios que le acompañen.

El complejo da la mano también a los e-sports, pues Cordish no quiere olvidarse de las nuevas tendencias y tendrían pensado un pabellón y un escenario exterior en el que albergar competiciones. Los deportes electrónicos son sin duda una de las nuevas ramas de apuesta que triunfan entre los más jóvenes, al margen de los clásicos de apuestas deportivas y juegos de casinos online.

¿El proyecto está pensado para Madrid capital? No exactamente. Torres de la Alameda sería el destino elegido. El entramado industrial y de logística existente en su polígono invita a ello y pone los dientes largos a cualquier multinacional que piense en ampliar sus negocios. Cierto que del nuevo casino no tenemos demasiados datos, pues el promotor quiere ser muy cauto.

La Comunidad de Madrid ya ha rechazado otros proyectos similares en el pasado que han resultado muy mediáticos, entre ellos uno de Cordish, y no quiere que esto le vuelva a ocurrir. Prefiere que el órgano estudie su nuevo plan en “petit comité” y si le dan el visto bueno presentarlo con todo lujo de detalles.

Por ahora el gobierno regional valora esta opción y dará una contestación próximamente. El Ayuntamiento de Madrid fue el gran aliado de la factoría en el pasado, cuando pretendía llevar a cabo algo todavía más ambicioso en la villa. Querían que España fuera la piedra angular europea de un proyecto de ocio a largo plazo. Entonces no fue posible.

Intentos fallidos

Como ya hemos mencionado, esta no es la primera vez que Madrid se plantea conceder una licencia a un macrocomplejo de este estilo. La propia Cordish llegó en 2016 con una propuesta muy interesante y que contemplaba unas cifras bastante impresionantes. En concreto, 2.200 millones de euros de inversión que generarían más de 7.500 en un plazo de cinco años.

Aquel plan también conservaba la idea de inaugurar un nuevo casino (incluía tragaperras y mesas de poker, blackjack o ruleta entre otros juegos) entre las 134 hectáreas de terreno que se pretendían ocupar. La empresa americana quería un espacio de ocio inmenso, donde también se instalaría una playa artificial y se generarían más de 50.000 puestos de trabajo.

Las empresas de Torres de la Alameda que quisieran integrarse o involucrarse de alguna manera en el proyecto de Cordish eran bienvenidas, y por eso que tanto Casa Consistorial como pueblo apoyaron la medida. Fue la Comunidad de Madrid la que cuestionó las cifras y no creyó que el desarrollo fuera el previsto. No lo consideró positivo y terminó rechazando.

Y eso que no era la primera vez que algo así sobrevolaba la capital. El pionero de la idea fue el magnate estadounidense Sheldon Adelson, que en 2012 trajo consigo el denominado como Eurovegas. El de Dorchester, como presidente de Las Vegas Sands Corporation, quería replicar algunos de los casinos de Las Vegas en España.

Y además los quería rodear de una oferta de ocio inmensa, con hoteles, tiendas de grandes marcas y otros negocios relacionados que llegaran a generar hasta 260.000 puestos de trabajo. Demasiado optimista y demasiado ambicioso, pues sus exigencias fueron la principal traba para que las negociaciones fracasaran.

Una de sus intenciones era la de pasar por encima de la prohibición de fumar tabaco en su recinto, algo que era inviable y que fue rechazado tajantemente por las instituciones públicas. Adelson se quedó con el molde a pesar de que había personas que decidieron apoyarle y que veían con buenos ojos este cambio.

Una década más tarde, Cordish ha ido adaptando poco a poco su propuesta teniendo en cuenta las negativas a sus predecesores. No obstante será complicado que se lo acepten, a pesar de los beneficios que en otras partes del mundo tienen este tipo de centros. Véase Macao, Singapur o el mismo Las Vegas. Un nuevo casino para Madrid parece tener que esperar.