‘La urraca’ con más suerte de la ruleta

Mike Ashley saliendo del casino

Si crees en el juego y en su poder para convertir a hombres de clase media y con muchos sueños por cumplir en verdaderos magnates multimillonarios, tienes que creer en el poder de la ruleta para llevar a cabo esa tarea. Un juego puramente de azar y en el que es difícilmente predecible saber donde va a caer esa bolita venerada por millones de jugadores. Algunos trataron con históricas argucias de convertir al óvalo en una disciplina controlable y no siempre se fueron de vacío. Pero hay veces en las que no es necesario todo eso porque la suerte te sonríe, sin más.

Esto es lo que le ocurrió a un tipo cada vez más conocido como Mike Ashley. Y precisamente no es por el juego por lo que se le reconoce, sino porque está muy ligado al mundo del fútbol. Este tipo es el propietario del Newcastle United de la Premier League de Inglaterra y además posee la compañía minorista de artículos deportivos más grande de Reino Unido. Su patrimonio está tasado en unos 1970 millones de libras, aunque años anteriores ha llegado a sobrepasar los 2.000 millones. Seguro que algunos se preguntarán qué tiene que ver un tipo así con la ruleta, pero su historia sorprende.

Sorprende por desde pequeño Ashley parecía un chico normal. A los 16 años dejó la escuela y se centró en lo que era su pasión y su deporte en la infancia, el squash. Sin embargo, una desgraciada lesión le apartó de su carrera a nivel de condado que estaba creando. Aun así, encontró una solución que iba a ser válida para su futuro profesional y su porvenir ligado al mundo deportivo. Con tan solo 18 años abrió una tienda de deportes y esquí gracias a un préstamo que pidió a su familia. Pronto el negocio funcionó y subió como la espuma.

Tras conseguir financiación privada, fue abriendo más tiendas en diferentes lugares de la geografía inglesa y así fue creando un auténtico imperio. Sports Direct, o Frasers Group como está denominado ahora, es una industria de las más potentes en la venta al por menor. Un auténtico logro con el que Mike no se iba a conformar, porque el deporte de élite iba a tener que tener una relación importante con él costara lo que costara. En 2008 compró acciones del Newcastle United y reunió más del 40% del club en sus manos, poco a poco fue ganando más y más poder hasta que se hizo con el 100% de la entidad por un valor total de 134 millones de libras.

También en el fútbol escocés tuvo presencia, llegando a tener un gran peso en el Rangers. Allí, las cosas fueron diferentes y los aficionados del equipo se le echaron encima después de varias decisiones que correspondían más a intereses económicos que deportivos. Finalmente, cedió su capital en favor de una nueva sociedad creada por la propia hinchada para hacer suyo a este grande de Escocia, y él se desentendió. El tipo que prefería llevar su teléfono móvil en una bolsa de plástico en lugar de en un bolsillo o en su maletín de viaje se centró en invertir en Newcastle y en los casinos. Porque sí, es un reconocido jugador. Y no cualquier jugador.

Aunque no lo hace de forma profesional, Ashley suele frecuentar casinos ingleses y apostar por sus números favoritos, los de la suerte. Y el suyo es el 17, como iba a demostrar en el 2008. Después de haber comprado el club apodado como “las urracas”, un día decidió marcharse hasta Londres y allí acudir al Fifty London Casino para pasar un rato de diversión y apuestas. Son las excentricidades que tienen los multimillonarios y que se pueden permitir teniendo en cuenta la envergadura de su cuenta corriente. Aquella tarde decidió marcharse a la ruleta y apostar por ese 17, y lo hizo hasta que su número salió.

Curiosamente, no había desperdiciado demasiado dinero en la mesa y entonces Mike rodeó al 17 de apuestas y las concentró en la aparición de esta cifra. Apostó directamente al número 17, una de las apuestas más arriesgadas que existen en la estrategia de este juego, y metió libras en todas las apuestas simples del tablero en las que entraba el 17. Esto quiere decir que apostó a negro, apostó a impar y apostó a un número del 1 al 18. Entre todas ellas reunió la cantidad de 480.000 libras en juego y la bolita decidió que sería su tarde de suerte. Se adjudicó 1.3 millones de libras ante un salón de juego que se volvió para aplaudirle y aclamarle a su salida.

Mike Ashley charlando

El magnate salió después de apenas 15 minutos de juego, con una cantidad de dinero espectacular. Unos ceros más que añadir a su inmensa fortuna, la fortuna de uno de los 100 hombres más ricos de Gran Bretaña. La ruleta europea estará siempre en su memoria por lo que le permitió conseguir, aunque en palabras fue más bien escueto. Casi con ironía, Ashley dijo lo siguiente al ver que su apuesta era ganadora: “Con esto creo que me dará, muchas gracias”.

El 17 es su número y lo demuestra cada fin de semana yendo a celebrar con los aficionados en la grada los goles de su equipo, con una camiseta con estos dígitos a la espalda. Eso sí, cada vez lo hace menos y más después de sufrir un descenso a la segunda división inglesa. En la actualidad, negocia la compra del club con un fondo de inversión de Arabia Saudí y con otra empresa importante de Estados Unidos que ha hecho una oferta. Nombres de futbolistas muy reconocidos a nivel europeo están apareciendo en sus quinielas para el próximo mercado de traspasos, aunque también está habiendo problemas burocráticos con este movimiento que se quiere llevar a cabo.

Quizá el retiro dorado de Ashley en el futuro pueda ser acudiendo a casinos como lo hizo aquella tarde afortunada, aunque será complicado que repita una hazaña de tal magnitud.