Trabajadores de casinos y bingos solicitan reaperturas

Van más de tres meses desde que los casinos y bingos en Colombia cerraron por las medidas preventivas que se tomaron en el país de confinamiento, a causa de la pandemia de Covid-19, la cual ha golpeado de forma dura al país.

Este movimiento, si bien ha ayudado a que el número de contagiados no aumente de forma alarmante, también ha significado en pérdidas significantes para la industria del juego en el país cafetalero.

Como muestra de esto, el 90% de los casinos y bingos en la nación han manifestado que se encuentran totalmente ilíquidos, al punto de que están considerando la posibilidad de declararse insolventes.

La situación es crítica, pues los empresarios de este sector no cuentan con flujo de caja suficiente para cumplir con todas sus obligaciones, además de que no ha sido posible llegar a acuerdos que les permitan satisfacer los estándares de arrendamiento del 90 por ciento de inmuebles autorizados.

Empresarios del sector informaron a la Federación de Empresarios de Juegos de Suerte y Azar (Fecoljuegos) que al 95 por ciento de los operadores les ha sido imposible el poder acceder a un crédito financiero, lo cual ha generado incertidumbres y ha provocado que el temor por un quiebre se vuelva una realidad.

Al respecto, se inició el movimiento “Apoya para la salvación de 240 mil familias del sector de casinos” con una petición en Change.org, el cual comenzó como una idea de Zulma Palacios, quien ha trabajado en casinos por más de 20 años y se ha visto afectada en todo este tiempo.

La ciudadana colombiana solicita al gobierno la reapertura de casinos y bingos, con una petición que al momento lleva más de 16 mil firmas y busca que 60 mil empleos puedan salvarse, pues en caso de no volver a la actividad económica, luce muy complicado que las empresas salgan adelante.

“Nos sumamos a la preocupación de nuestros empleadores y esperamos que los tomadores de decisión del Gobierno Nacional vean que miles de madres cabeza de hogar, jóvenes en primer empleo, padres de menores de edad, estamos en una situación complicada y necesitamos retomar nuestros empleos”, escribe Zulma, representante del gremio en esta petición.

Las comparaciones entre un año y otro son muy disparejas. En 2019, el juego contribuyó $600,000 millones de pesos al Estado por la actividad de casinos y bingos. De todo este dinero recaudado, $400,000 millones fueron usados para el sector salud, mientras que $200,000 se destinaron por concepto del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Pero la historia ha sido otra en 2019. En los primeros meses de aislamiento, estos establecimientos dejaron de transferir un estimado de $135,000 millones de pesos a las finanzas públicas, además de $90,000 millones en derechos de explotación y 45,000 millones por IVA.

Para Evert Montero Cárdenas, quien preside a la Fecoljuegos, las empresas multinacionales de casinos y bingos en Colombia están considerando retirar su inversión en el país, “lo que resultaría sumamente grave para la economía nacional”.

Para hacerle frente a la contingencia sanitaria, el gremio ha propuesto un riguroso protocolo de seguridad y se ha puesto en contacto con epidemiólogos y expertos en salud pública, con el fin de que tanto empleados como trabajadores estén libres de cualquier riesgo ante una reapertura, la cual solo está a la espera del visto bueno de las autoridades colombianas.

Los trabajadores deberán usar caretas protectoras, cubrebocas y guantes de látex en todo momento; se limitará el número de jugadores en mesas de póker, blackjack y otros juegos; además de que no se descarta la posibilidad de que el personal trabaje en horarios escalonados.

También se maneja la posibilidad de que aquellos complejos restaurantes operen con menos clientes a la de su aforo o, en la medida de lo posible, incluso no brinden alimentos, además de una constante sanitización de los espacios.

Zulma Palacios, la trabajadora que comenzó con la petición, argumenta que los casinos y bingos no son espacios masivos de entretenimiento, pues la estructura de los locales y la organización de las máquinas tragaperras hace que los jugadores se encuentren a distancia, la cual podría ampliarse por criterios de seguridad.

“Las personas que hemos firmado estamos convencidas de que este sector puede volver a operar”, añadió Palacios, quien destaca que también son 240 mil familias las que han resultado afectadas durante esta pandemia.