Elysium City como puerta de entrada a nuevos casinos en Extremadura

La Comunidad de Extremadura podría experimentar la proliferación de nuevos casinos durante los próximos cinco años. La región situada al oeste de la península ibérica en un territorio colindante con Portugal está esperando como agua de mayo la llegada de un nuevo macroproyecto de ocio denominado como Elysium City, y que tiene previsto empezar sus obras a partir de mediados de este 2023.

El gobierno extremeño ha estado preparando el terreno durante los últimos tiempos para poder dotar a la empresa promotora de todos los permisos pertinentes en Castilblanco, el municipio que acogerá esta futura ciudad inteligente y sostenible. Un pueblo de apenas 1.000 habitantes a orillas del embalse de García Sola y que se sitúa en la llamada “Siberia Extremeña”. Una comarca que recibe este nombre debido a su aislamiento similar al de la Siberia rusa.

Elysium planea una inversión en diferentes fases que alcanzaría los 18.000 millones de euros y la creación de 50.000 puestos de trabajo. Las previsiones son de recibir hasta 4.5 millones de visitantes el primer año, aunque las fechas de finalización de un plan como este podrían modificarse más delante de ese 2028.

En una zona que aspira a ser considerada “Reserva de la Biosfera”, la nueva ciudad pretende integrarse y fundirse en el respeto al medio ambiente como máxima primordial. Constaría de nueve distritos que lo harían muy completo: Centro Urbano, Educación y Deportes, Frente Fluvial, Residencial y Medioambiente, Eventos y Naturaleza, Marina, Salud y Servicios y Corazón de Entretenimiento.

Precisamente en este último es en el que estaría prevista la construcción de hasta cuatro hoteles-casino que albergaran hasta 3.000 habitaciones y 2.000 viviendas en la primera fase de su construcción. Algo que suena muy bien en una región donde el Gran Hotel Casino Extremadura es el único salón de juegos con especial envergadura y que igualmente ha tenido que integrarse en trabajos sociales para convencer a la vecindad.

No obstante, el escepticismo de mucha de la población de alrededores hacia este proyecto es un gran inconveniente para su aceptación social. Y es que otras ideas de un calado similar en otros puntos de la geografía española han fracasado tras apuntar más alto si cabe. El caso de Eurovegas en Madrid, el caso de BCN World en Cataluña o el caso del Reino de Don Quijote en Castilla-La Mancha.

Por ahora, Elysium y sus más de 1.200 hectáreas de ocupación suenan con mucha fuerza para ser el plan de gran calado que consiga romper con el maleficio de España en el sector de las ciudades de entretenimiento. Aunque todavía es pronto para poder asegurar nada.

Pros y contras

En un contexto en el que los casinos online continúan comiendo terreno poco a poco al negocio físico de toda la vida, la edificación de estos mega resorts vacacionales está siendo la respuesta para poder contratacar. Proyectos que han sido un gran éxito en países relativamente nuevos como Emiratos Árabes, Arabia Saudí o Qatar. Sin embargo, en Europa no está siendo tan sencillo su asentamiento, y mucho menos en España.

Lo positivo que puede sacar Extremadura de todo ello es que Elysium llevaría mucho trabajo a una comunidad bastante castigada en cuanto al desempleo, además de atraer turistas a un territorio con evidentes problemas de despoblación en sus zonas rurales. El empleo siempre llama a nuevos núcleos de población que podrían desplazar su residencia habitual hacia Badajoz. Todo esto siempre y cuando se cumplan los pronósticos de la constructora, cosa que está por ver.

Otro filón es el de poder realizar una apertura en la comunidad hacia el entretenimiento y el juego, ya que es una en las que menor calado han tenido los juegos online, la propagación de las salas de juego y casas de apuestas e incluso las máquinas tragaperras convencionales en locales de restauración.

Por el contrario, Elysium va a tener que afrontar numerosos problemas que Extremadura lleva arrastrando desde hace mucho tiempo. Sin duda el más feroz es el de las comunicaciones. Castilblanco apenas cuenta con grandes ciudades a su alrededor y para encontrar las más cercanas hay que recorrer cerca de 150 kilómetros.

Todas las carreteras de acceso son convencionales ante la ausencia de autovía, por no hablar de que tanto la estación de tren más cercana como el aeropuerto superan los 100 kilómetros de distancia hasta la Siberia Extremeña. Es evidente que el proyecto tendría que enfocarse también en ese sentido, si bien la mejora de estos servicios es competencia del Estado y podría quedar en sus manos.

En cuanto a la residencia, ¿a dónde irían todos los nuevos empleados de Elysium? El proyecto no contempla que los bloques de viviendas sean para refugiar a trabajadores, por lo que estos tendrían que buscar una solución en una región donde no hay espacio edificado para acoger a tanta gente.

Cora Alpha, de origen californiano, tendrá que sufragar todos estos inconvenientes antes de finalizar su gran obra si quiere que sea exitosa. La teoría es muy buena, pues plantea crear centros de convenciones, museos, centros educativos, complejos deportivos, escenarios, parques temáticos, zonas verdes, caminos elevados, zonas de shopping, hospitales, estaciones de bomberos y hasta un camping, en sus diferentes fases. Y por supuesto, casinos. Pero eso hay que llevarlo a la práctica.