A pesar de que la pandemia producida por el covid ha limitado la capacidad de entregar premios de los casinos físicos, que durante muchos meses han tenido que estar cerrados a su suerte, el azar y la fortuna nunca deja de sorprendernos. Los jugadores habituales estaban deseando regresar a sus salas de juego preferidas, pero tenían las sospecha de que sería más complicado que nunca obtener un premio, debido a todo lo que rodea a la nueva normalidad. Una nueva normalidad en la que los casinos deben intentar recuperar los ingresos de su tiempo de inactividad.
De hecho, ni si quiera todos los casinos han podido abrir todos sus servicios. Sobre todo porque muchos de ellos dependen del aforo y de la cantidad de espacio que en su territorio les permitan abrir. La necesidad de que haya distancia de seguridad entre los usuarios juega en contra de sus intereses, pero aun así el sector del juego se ha adaptado a las mil maravillas. No solo eso, sino que ha contribuido como el que más a que esta situación de emergencia sanitaria se solucione cuanto antes, y ha puesto de su parte para que así sea, apelando a su responsabilidad social.
Pero con todo y eso, una mujer ha conseguido hacerse famosa en un casino de Estados Unidos después de adjudicarse un premio de récord. El Hard Rock Hotel & Casino quizá sea uno de los salones de juego más conocidos del mundo, puesto que su estructura está construida en forma de guitarra. Una peculiaridad y una excentricidad que bien podría señalar a uno de los casinos más famosos de Las Vegas, que para eso es la ciudad del juego y del pecado, pero este lugar se encuentra en Hollywood, en el sur del estado de Florida.
Fue en el Seminole Casino, que se encuentra dentro del resort, en el que la señora de 60 años de edad ganó el que es el mayor premio jamás conseguido en máquinas tragaperras en el estado de Florida. Laurie, como se llama esta afortunada, ingresó un único billete de cinco dólares y ganó más de 3.8 millones de dólares y batió un nuevo récord. La sala de juegos emitió un comunicado en el que confirmó que se trata del premio más alto dado en un juego IGT y en las seis propiedades de la empresa que regenta el casino, Seminole Gaming.
Laurie no quiso dar su apellido, pero afirmó que vive al norte de Miami en una localidad llamada Fort Lauderdale. Después de ganar tal cantidad estaba incrédula y muy contenta de haber entrado en la historia de la compañía y del estado. Además, tocó el corazoncito de todos los asistentes diciendo que quería empeñar parte del dinero en cambiar sus ventanas normales por otras más resistentes, con tal de no sufrir cuando llegue la época de huracanes a tierras norteamericanas. También piensa en construir una propia piscina en su casa y en comprar un apartamento en la playa, de cara a su futura jubilación.
Un premio que también hizo que el casino sacara pecho en sus redes sociales, algo muy habitual en la era de las nuevas tecnologías. Aunque los más clásicos siguen resistiéndose, la mayoría de casinos hoy en día se mantienen activos en sus perfiles. Solo hay que comprobar las redes de casinos como enracha para comprobar que este canal de comunicación es ya una realidad y que surte efecto entre los clientes. Para los casinos online es muy necesario y para los casinos físicos una gran oportunidad. El Seminole Hard Rock también lo expresó así y dio la enhorabuena a la agraciada por su histórica jugada en las tragamonedas.
Aunque Laurie ha batido un récord regional, ha quedado lejos del actual premio más grande entregado jamás en una máquinas tragaperras, avalado además por el libro Guinness de los Récords. Fue en 2003 en un terminal del Hotel & Casino Excalibur de Las Vegas en el que un técnico de software conseguía adjudicarse casi 40 millones de dólares. Ese supone el mayor premio entregado en máquinas de azar en todo el mundo y en Estados Unidos. El agraciado se quedó boquiabierto cuando vio la cantidad que había conseguido. Le ayudó el entender la mecánica informática de este tipo de artilugios.
No han alcanzado esas cifras, pero en el Seminole Hard Rock Hollywood han entregado desde su reapertura, a mediados de junio, un total de casi 75 millones de dólares. Muchos clientes se han llevado botes que superaban los 50.000 dólares, según informa la propia sala en sus comunicados. Y es que a pesar de las estrictas medidas sanitarias que se deben afrontar, el público reclama el entretenimiento que demandan casinos como este. La afluencia de visitantes ha sido buena, a pesar de que en su mayoría hayan sido del propio país, y aunque se hayan tenido que respetar los límites de aforo decretados ante esta situación.
En el hotel y en la zona de recreación también se han tenido que llevar a cabo medidas. Las personas alojadas en las instalaciones del recinto han tenido que situarse con separación en todo momento, incluyendo la piscina, las toallas o las hamacas. Todo ello vigilado y supervisado por los empleados y siempre en coordinación con los informes que emiten las autoridades sanitarias.
Momento delicado y perfecto para ganar un premio como el que se llevó esta protagonista inesperada, en una visita a un casino que no va a olvidar nunca. A veces la fortuna también sonríe a quién lo necesita.
